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Los católicos cubanos pidieron hoy a Dios que acompañe a Fidel Castro en su enfermedad, mientras el país se mantiene en calma y aumentan los comentarios y versiones sobre una supuesta recuperación del líder convaleciente de una operación quirúrgica.

En Bolivia, el vicepresidente cubano, Carlos Lage, afirmó que Castro se recupera de su intervención, mientras el líder venezolano aseguró tener informes que confirman una «franca y notable recuperación».

Seis días después del anuncio de la cesión de poder entre hermanos, el país mantiene la normalidad, aunque se desconoce el paradero del líder cubano, no ha habido ninguna aparición pública de Raúl Castro y las organizaciones de masas continúan llamando a la población a mantenerse en alerta ante cualquier eventualidad, externa o interna.

A falta de informes médicos sobre la evolución de Castro, los comentarios de dirigentes cubanos en el exterior y de líderes de países amigos, como el venezolano Hugo Chávez, son la única orientación sobre la evolución del presidente, cuya salud se considera «secreto de Estado».

El gobierno brasileño ha desmentido una información del diario «Folha de Sao Paulo» que apuntaba que Castro «está mal» y tendría un cáncer que le impediría reasumir sus funciones.

En las iglesias católicas cubanas se leyó ayer un comunicado elaborado por la Conferencia de Obispos para pedir «que Dios acompañe a Castro en su enfermedad», que ilumine a su hermano Raúl «en sus nuevas tareas de gobierno», y la Virgen de la Caridad, patrona católica de la isla, para que «vele por la paz en el país».

Decenas de personas escucharon en silencio el comunicado leído al principio de la misa oficiada en la Catedral de La Habana por el cardenal Jaime Ortega.

«Oramos por la patria, por Cuba en estos momentos, por quienes la dirigen, ésa es nuestra manera de poner el futuro en manos del Señor, que es lo que le corresponde en estos momentos a la Iglesia», dijo Ortega al término de la ceremonia.