Los militares españoles encargados de estudiar la logística sobre el terreno, a su llegada al aeropuerto de Beirut.

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AGENCIAS-JERUSALÉN
El primer ministro israelí, Ehud Olmert, rechazó ayer la petición del secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, de levantar el bloqueo al Líbano, insistiendo en que para eso debe estar desplegada la nueva fuerza internacional de la ONU (FINUL). En Beirut, por su parte, el primer ministro Fuad Siniora expresó su rechazo a mantener contactos directos con Tel-Aviv y dijo que el Líbano que será el último país árabe en firmar un acuerdo de paz con el Estado judío.

Annan y Olmert sí coincidieron en reclamar la liberación incondicional de los dos soldados israelíes secuestrados por Hezbolá el 12 de julio. El secretario general se mostró convencido «de que ambos siguen vivos».

En su rueda de prensa junto a Olmert, Annan insistió en cambio en que Israel debe levantar el bloqueo, y aseguró que está trabajando duro para elevar «lo más rápidamente posible» el número de efectivos de FINUL desde los 2.500 actuales a 5.000. Pese a las palabras de Olmert, insistió en confiar en que «una vez que se llegue a ese nivel Israel se habrá retirado completamente».

Sin embargo, en Beirut, el ministro de Energía y Recursos Hidráulicos, Mohamed Fneish, que pertenece a Hezbolá, declaró ayer que «no habrá liberación incondicional» y que «el principio al que se adhieren Hezbolá y la resistencia» es a mantener «negociaciones indirectas».