Por otra parte, según fuentes de Hamás, el programa estará basado en el llamado «documento de los presos» y en la propuesta de la Liga Arabe del año 2002, que implican ambos un reconocimiento del Estado de Israel. Hamás no reconoce el Estado judío, una de las tres condiciones impuestas por el grueso de la comunidad internacional a Haniye para aceptar a su Gobierno y mantener las ayudas financieras directas, que superaban los 1.000 millones de dólares anuales. Las otras dos condiciones son desarmar a su milicia, los batallones de Azedín al Kasem, y respetar los acuerdos de la ANP con Israel desde los de Oslo de 1993.
El presidente palestino firmará en las próximas 48 horas un decreto por el que disolverá el actual ejecutivo del primer ministro de Hamás, y le autorizará a formar un nuevo gobierno de unidad nacional, informó el consejero presidencial Nabil Abu Rudeina. Abás anunció que ha llegado a un acuerdo con Hanyie sobre el programa de un futuro gobierno de unidad nacional con el que poder resolver la crisis económica e institucional en la Autoridad Nacional Palestina (ANP). Tras anunciar «al pueblo palestino la grata noticia», les pidió que apoyaran el esfuerzo por lograr un consenso. Este gobierno debería estar encabezado por Hanyie, según el portavoz y diputado de Hamás, Sami Abu Zuhri.
El documento de los presos llegó a enfrentar tanto a Abás y Hanyie hasta el punto que el presidente convocó un referéndum sobre el mismo para finales de julio, a fin de que fuera el pueblo, mayoritariamente favorable al plan, quien decidiera sobre el mismo. El referéndum se suspendió por la operación israelí contra Gaza, consecuencia de la captura de un soldado suyo por un comando palestino el 25 de junio. Previamente, Abás y Haniye habían iniciado un diálogo para tratar de llegar a un acuerdo sobre el documento que se suspendió por la ofensiva.
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