Los tanques se apostaron en los alrededores de la sede del Gobierno.

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FRANCE PRESS-TAILANDIA
Cientos de soldados apoyados por 14 tanques se desplegaron ante la sede del Gobierno tailandés en Bangkok a partir de las 22.00 horas (17.00 hora española) como resultado de un golpe militar protagonizado por la cúpula del Ejército. Con el apoyo del Partido por la Reforma Democrática, los militares tailandeses proclamaron su lealtad al rey, Bhumibol Adulyadej, y han creado un Consejo de Reforma Administrativa para acabar con «la corrupción» que asola en los últimos años al país. Un golpe de Estado en toda regla que coincidió con la presencia del primer ministro, Thaksin Shinawatra, en la apertura de la 61 Asamblea General de la ONU. Desde Nueva York, el jefe de Gobierno declaró el Estado de Emergencia y partió de urgencia hacia el país asiático.

Los primeros síntomas empezaron a las 22.00 horas, cuando la televisión del Ejército suspendió su programación habitual y comenzó a emitir imágenes de la Familia Real acompañadas de marchas militares. A continuación, la CNN empezó a dar las primeras informaciones de cientos de soldados y una quincena de tanques recorriendo las principales arterias de la ciudad y cortando el tráfico al centro metropolitano. Tan sólo dos horas después, la radio y la televisión estatales habían interrumpido sus emisiones; bares, comercios y empresas colgaban sus carteles de 'cerrado' y los tailandeses permanecían atentos a los medios de comunicación.

Ya de madrugada, el comandante en jefe del Ejército, general Sondhi Boonyaratkalin, comparecía en la televisión estatal para declarar la ley marcial y anunciar que la toma de poder será temporal, pese a que también se ha revocado la Constitución. El comandante del Ejército ha ordenado a todas las tropas que reporten a sus centros de mando y que no abandonen sus puestos.

Los golpistas castrenses y el Partido para la Reforma Democrática, también apoyó la insurrección, se declararon leales al monarca, al que nombraron jefe del Estado y pusieron al frente del Consejo de Reforma, pese a que Bhumibol Adulyadej no hizo ninguna aparición pública durante el tiempo que duró la confusión en la capital tailandesa.