El avión secuestrado, en la pista del aeropuerto de Brindisi, y Hakan Ekinci, el secuestrador de la nave.

TW
0

EFE-REDACCIÓN CENTRAL
El secuestro de un avión de las líneas aéreas turcas que volaba de Tirana a Estambul concluyó anoche en el aeropuerto italiano de Brindisi con la liberación de los 113 ocupantes del aparato y la detención del secuestrador que, según el Gobierno turco, ha pedido asilo político en Italia.

Tras las primeras informaciones según las cuales se consideró que el secuestro había sido llevado a cabo por dos personas, las autoridades turcas informaron, una vez liberados los pasajeros, que el secuestrador era una sola persona, un joven de 30 años que ha pedido asilo político, según explicó el ministro turco de Transporte, Binali Yildirim, citado por la televisión turca NTV.

El gobernador de Estambul, Muamer Guler, identificó al secuestrador como Hasan Ekinci, la misma persona, según NTV, que envió una carta al Papa para que le ayudara a eludir el servicio militar en Turquía.

Fuentes de la aviación civil italiana ENAC precisaron que los 107 pasajeros y los seis tripulantes han sido trasladados en autobuses desde la pista lejana en que estaba situada la aeronave hasta la terminal del aeropuerto de Brindisi, en la región sureña de Puglia, la más cercana a Albania.

Poco después de que finalizase el secuestro, la Policía de Fronteras aseguró también que había un único secuestrador, un joven que vestía pantalones negros y una camiseta oscura con letras color vino tinto.

Los medios de Turquía aseguran que Ekinci es un desertor del Ejército, que lo habría abandonado mientras cumplía el servicio militar obligatorio.