El recién designado secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, durante una rueda de prensa en la sede de la ONU.

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EFE-NACIONES UNIDAS
El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó ayer por unanimidad una resolución que impone sanciones comerciales y armamentísticas a Corea de Norte tras su primera prueba atómica, pero excluye la opción militar. La resolución fue leída por el presidente de turno del Consejo, el embajador de Japón, Kenzo Oshima, antes de su adopción por los quince estados miembros del máximo órgano de decisión de la ONU.

Guangya expresó la necesidad de evitar «provocaciones» que disparen la espiral de tensión con Corea del Norte, que había advertido previamente que consideraría una «declaración de guerra» la aprobación de sanciones por el Consejo de Seguridad.

El texto suaviza las inspecciones de los barcos que salen o van con destino al país que figuraban en una versión redactada por EEUU que circulaba por el organismo.

En la resolución finalmente aprobada esa provisión se deja al albedrío de los países que pudieran ser afectados, y en su aplicación se excluye todo recurso militar.

En el documento se aminora el embargo de los productos químicos en los flujos comerciales con el régimen de Pyongyang, la otra exigencia presentada por China, vecino y principal aliado de Corea del Norte.

Ambas condiciones fueron hasta el último minuto objeto de negociación después de que el embajador chino en la ONU, Wang Guangya, se mostrara contrario a medidas que perjudiquen a los países limítrofes y «puedan afectar la estabilidad de la región».

La resolución exige que el régimen de Pyongyang suspenda de manera inmediata sus actividades nucleares, y prohíbe la venta o transferencia a Corea del Norte de cualquier tipo de material relacionado con armas «no convencionales». También contempla el bloqueo aéreo a ese país e impide la exportación de artículos de lujo al régimen de Pyongyang, además de incluir el bloqueo de las cuentas en el extranjero de los dignatarios de Corea del Norte.