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EUROPA PRESS-SEUL
Corea del Norte advirtió ayer que las sanciones decididas por la ONU sobre su ensayo nuclear suponen una «declaración de guerra», mientras que Corea del Sur y Japón indicaron que el régimen norcoreano podría estar preparándose para la ejecución de un segundo ensayo nuclear. Mientras, la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, inició hoy una gira por la región para convencer a los aliados asiáticos y Rusia de que intensifiquen el aislamiento de Pyongyang.

En un comunicado de su Ministerio de Exteriores, difundido por la agencia oficial KCNA, Pyongyang advierte de que las sanciones en represalia por su primer ensayo nuclear el lunes pasado suponen una declaración de guerra, por lo que el país «golpeará despiadadamente» a quien se ampare en la resolución para violar su soberanía nacional.

Según el comunicado, Pyongyang quiere «la paz pero no teme a la guerra». Las sanciones, aprobadas el pasado sábado por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, prohíben la venta de armas a Corea del Norte y ordenan la inspección de todos los cargamentos que se dirijan al país o procedan de él. Asimismo, el texto -propuesto por Estados Unidos- también pide la congelación de activos de las empresas que suministren material al programa de armas nucleares de Corea del Norte.