Los iraquíes lloran a las víctimas de un nuevo atentado. Foto: LI ABBAS/EFE

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EFE-BAGDAD
Al menos 92 personas murieron en ataques ocurridos en distintos puntos de Irak en una nueva jornada de violencia de la que no se salvó el Ejército estadounidense, ya que también perdió a uno de sus soldados en una explosión.

Por su parte, el primer ministro iraquí, Nuri Al Maliki, condenó ese ataque al que calificó de «un crimen terrible» y se comprometió a perseguir a los responsables del atentado y presentarles a los tribunales para que sean castigados, según la cadena iraquí.

El atentado más sangriento se produjo en Bagdad, donde la explosión de dos coches bomba dejó 75 personas muertas y 160 heridas en pleno centro de la ciudad, afirmaron fuentes del Ministerio de Interior.

Según afirmó el general Yihad Al Yabri al canal de televisión iraquí gubernamental Al Iraqiya, una de las explosiones tuvo lugar cerca del túnel de Al Bab Al Sharqí y la otra se produjo en las proximidades del mercado de Al Haray en la misma zona cercana a la plaza céntrica de Al Tahrir. Al Yabri explicó que cada uno de los dos coches bomba llevaba alrededor de 85 kilos de explosivos.

En otra explosión en Al Jalis, ciudad situada 70 kilómetros al norte de Bagdad, un artefacto explosivo y varios proyectiles de mortero mataron a 12 personas en un mercado popular.

Según fuentes policiales iraquíes, la explosión tuvo lugar a las 16.30 hora local en el mercado popular de Al Jalis y fue seguida por la caída de varios proyectiles de mortero en el mismo lugar.