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EFE-BELFAST
Mientras el Sinn Fein debate el reconocimiento de la policía del Ulster, un informe desveló una nueva conspiración entre paramilitares protestantes y las fuerzas de seguridad de la provincia para perpetrar asesinatos y otros delitos graves.

Entre la larga lista de actividades «permitidas» por las fuerzas del orden, la Supervisora citó 10 intentos de asesinato, 13 castigos corporales, 10 disparos de castigo, 17 casos de tráfico de drogas, un atentado con explosivos en Monaghan (República de Irlanda) así como prácticas de extorsión e intimidación. O'Loan también lamentó que el antiguo jefe del RUC Ronnie Flanagan fuese «incapaz» de ayudar en sus investigaciones.

La investigación, desarrollada por la supervisora de la Policía norirlandesa, Nuala O'Loan, asegura que miembros de la Fuerza de Voluntarios del Ulster (UVF) asesinaron a quince personas en Belfast durante la década de 1990 con la connivencia de la Sección Especial de la antigua Policía autónoma, el Royal Ulster Costanbulary (RUC). Según O'Loan, quien no cita nombres en su informe, algunos de los agentes de la Unidad Especial del RUC dieron inmunidad y protección a los paramilitares implicados porque éstos eran informadores policiales.

«Otros (policías), incluidos algunos oficiales todavía en activo, ofrecieron respuestas evasivas, contradictorias y, en ocasiones, absurdas. Esas respuestas indicaban que los agentes no entendían la ley o que la despreciaban», dijo la Supervisora en su informe.

«Como resultado de las prácticas de la Unidad Especial (del RUC), la posición de la UVF, sobre todo en el norte de Belfast, fue consolidada y reforzada durante años», añadió O'Loan.