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EFE-GAZA
Representantes del Movimiento de Resistencia Islámica, Hamás, y del grupo nacionalista palestino Al Fatá volvieron a reunirse ayer en Gaza para acordar un cese «inmediato» de las hostilidades.

Las mismas facciones pactaron ya el viernes otro alto el fuego que las milicias no respetaron, aunque los combates de ayer fueron menos intensos y no ha habido muertos, aunque sí 14 heridos. Antes del acuerdo del viernes, la violencia entre los grupos armados había causado 25 muertos y casi 250 heridos en algo más de 24 horas.

El alto el fuego decretado ayer es el noveno desde que empezó la nueva ola de violencia interna a raíz de que el presidente palestino y líder de Al Fatah, Mahmud Abás, anunciara, el pasado 16 de diciembre, su intención de convocar elecciones ante la imposibilidad de formar un gobierno de unidad nacional.

Las cláusulas del nuevo acuerdo son las mismas que las del alto el fuego que se pactó el pasado martes y que colapsó a los dos días.

Hamás y Al Fatá se comprometen a «un cese inmediato de los combates, a retirar a los milicianos de las calles y desplegar en su lugar a fuerzas de la policía, a abrir todas las calles y carreteras bloqueadas hasta ahora y a cesar toda propaganda que incite a la violencia».

La reunión de ayer se celebró en la representación diplomática de Egipto, el país mediador, y en ella participaron el ministro del Interior, Said Siam, por parte de Hamás, y el jefe de la Seguridad Preventiva palestina, Rashid Abu Shbak, por parte de Al Fatá.

Poco antes de que Siam anunciara la tregua, el primer ministro palestino y líder de Hamás, Ismail Haniyeh, apeló a los milicianos a retirarse. El acuerdo del viernes, que no se respetó, se había pactado al máximo nivel.