Los altercados se suceden desde que la policía asaltó un centro social de la capital danesa.

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EUROPA PRESS-COPENHAGUE
Las calles de Copenhague fueron ayer escenario de una verdadera batalla campal entre agentes de la policía danesa y jóvenes que protestaban contra el desalojo de un edificio del centro de la ciudad en el que vivía un grupo de okupas. El local donde llevaban años desempeñando sus actividades ha sido vendido a una iglesia que, lógicamente, quiere utilizarlo. Los jóvenes formaron barricadas y prendieron fuego a varios contenedores de basura y algunos coches. Los incidentes, que la Policía danesa teme que puedan repetirse en los próximos días, se saldaron con unos 300 detenidos, y el número total de arrestos tras dos noches de violencia callejera alcanza el medio millar.

Con esta situación sobre la mesa el jueves por la noche arrancaron los primeros episodios de violencia callejera, después de que el escuadrón antiterrorismo de la Policía desalojara a las personas que habían tomado como lugar de residencia este céntrico edificio, también utilizado durante todos estos años el cual ha sido durante años como una suerte de centro cultural concurrido por anarquistas y grupos de izquierda.

En la noche del viernes, varios centenares de jóvenes llegados desde varios puntos de Europa volvieron a tomar las calles de la capital danesa para protestar por el desalojo. Los alborotadores formaron barricadas y prendieron fuego a varios contenedores de basura y al menos cuatro coches. Cientos de efectivos policiales se desplegaron ante los disturbios, lanzando gases lacrimógenos.

El portavoz de la Policía, Flemming Steen Munch, informó de que cerca de 300 personas fueron detenidas como consecuencia de los disturbios de la madrugada de ayer. Sin embargo, no pudo confirmar las informaciones que apuntan a que muchos de los detenidos serían alemanes y de otros países vecinos. En todo caso, Munch informó de que la situación se estaba «calmando», después de reconocer que había sido una noche «dramática» y «triste», aunque no descarta nuevos brotes de violencia las próximas noches.

Según una información publicada por la BBC, los activistas llevan ocupando el edificio de la discordia desde 1982, pero la ciudad de Copenhague lo vendió en 2000 a un grupo cristiano independiente. El grupo, llamado Faderhuset, obtuvo una orden judicial de desahucio de tribunal, pero los activistas juraron de no marcharse, alegando que el consejo no tenía ningún derecho de vender el edificio.

Activistas de Suecia, Noruega y Alemania se unieron a cientos de jóvenes daneses. Lanzaron piedras a la policía antidisturbios e incendiaron varios vehículos.

Más de 200 personas fueron detenidas en la primera noche de violencia, y hubo 25 heridos. A estos hay que sumar más detenidos durante la mañana de hoy, que unidos a los de la noche del viernes hacen que la cifra total de arrestos ya ronde el medio millar.