El líder unionista, Ian Paisley, ante un colegio electoral al este de Belfast. Foto: C.McARTHUR/EFE

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EUROPA PRESS-LONDRES
Más de un millón de norirlandeses estaban ayer llamados a las urnas para votar a los que serán sus representantes políticos. Pero estas elecciones no significan que automáticamente se forme un Gobierno en el Ulster, ya que los distintos partidos deben estar de acuerdo para la formación de un ejecutivo antes de la fecha límite del 26 de marzo impuesta por los Gobiernos británico e irlandés.

Quien se mostró más conciliador fue el líder del Sinn Fein, Gerry Adams, que destacó la necesidad de luchar para que «el futuro sea mucho mejor que el pasado». Se espera que este partido sea el segundo más votado en estas elecciones. Los colegios electorales cerraron a las 22:00 hora local.

Las primeras estimaciones apuntan a una participación superior a la registrada hace cuatro años, que fue del 63 por ciento, pero quizás lejos del 68,8 alcanzado en la consulta de 1998. Los primeros sondeos a pie de urna daban una ventaja significativa al partido del líder unionista Ian Paisley, pero que en cualquier caso se verí obligado a pactar con los republicanos del Sinn Fein. Estos sondeos no suelen aportar datos concretos sobre el resultado de las elecciones, sí apuntan una tendencia que puede mantenerse en las próximas horas.

Uno de los más madrugadores a la hora de votar fue el líder del Partido Democrático del Ulster, el reverendo Ian Paisley, que es el favorito en los sondeos. Al salir del colegio electoral dijo que todavía no ve claro que se pueda formar un Gobierno.

El complicado recuento comenzará hoy jueves y proseguirá durante el viernes. Una vez finalizado, los partidos deberán tener la firme voluntad de compartir Gobierno. Se espera que el líder del DUP, Ian Paisley, sea nombrado primer ministro y que el viceprimer ministro sea el número dos del Sinn Fein, Martin McGuiness, antiguo comandante del Ejército Republicano Irlandés (IRA).

Para votar en estas elecciones se han puesto en funcionamiento 600 colegios electorales, el más pequeño en la diminuta isla Rathlin. Estas elecciones han atraído la atención de numerosos medios de comunicación internacionales, sobre todo de Estados Unidos, Canadá, España, Francia e Italia.