Seis de los 15 militares.

TW
0

EFE-TEHERÀN/LONDRES
El Ministerio de Exteriores iraní dijo ayer que la conferencia de prensa de los marinos británicos, en la que éstos aseguraron haber sufrido una «constante presión psicológica» durante su cautiverio, fue un «completo montaje teatral». El departamento de Exteriores calificó la comparecencia de los marinos ante los medios de «propaganda» que «no puede ocultar el error» de los británicos de haber «entrado ilegalmente» en las aguas iraníes. «Esos movimientos escenificados no pueden ocultar el error cometido por el personal militar británico, que entró ilegalmente en el territorio iraní», afirma el comunicado.

«Nosotros desempeñamos nuestro papel y mostramos nuestra buena voluntad. Ahora corresponde al Gobierno británico proceder de una forma positiva», afirma Movaheidan en una entrevista en el «Financial Times».

Asimismo, la declaración de Exteriores se lamenta de que los británicos «no tengan el suficiente conocimiento de la cultura islámica y la civilización iraní para comprender la razón de que Irán haya perdonado a los militares».

El portavoz del Ministerio de Exteriores, Mohammad Ali Hoseini, destacó que la rueda de prensa se montó para cubrir «la entrada ilegal en el territorio iraní». «Ellos celebraron una conferencia de prensa pre-organizada, en la que los marinos sólo leyeron páginas dictadas», dijo y resaltó que hicieron declaraciones completamente diferentes de las que realizaron en Irán, donde reconocieron haber entrado en las aguas jurisdiccionales iraníes y pidieron disculpas por ello.

«La transferencia inmediata de los marinos a una base militar, la sospecha de órdenes dictadas y la coordinación de los medios británicos y estadounidenses para difundir al mismo tiempo la rueda de prensa no pueden ocultar los documentos y las pruebas de la violación de las aguas iraníes», afirmó el portavoz.

Hoseini lamentó que el primer ministro británico, Tony Blair, «haya elegido la huida hacia adelante y justificado el error de los marinos» y denunció los «métodos incorrectos» del Gobierno de Londres para «ejercer presión sobre sus militares».

Por otro lado, el embajador iraní ante el Reino Unido, Rasoul Movahedian, ha pedido al Gobierno de Londres un «gesto de buena voluntad» en respuesta a la liberación de los quince militares británicos capturados.

El embajador señala que la liberación de los soldados no está vinculada a la detención en Irak, a comienzos de año, de cinco «guardianes de la revolución de Irán» por parte de tropas de EEUU, que aún retiene a esos iraníes.

Sin embargo, Movaheidan indica que si el Reino Unido «quiere ayudar y utilizar su influencia», su país aplaudiría esa actitud.

«En general, nos satisfaría cualquier paso que pudiera disminuir las tensiones en la región», apuntó el diplomático, quien animó a Londres a reforzar sus lazos con la República Islámica.

«Creemos -declara- que es el momento adecuado para que el Gobierno británico afirme su voluntad de establecer líneas de comunicación sensatas con Irán». Además, el embajador insta a la comunidad internacional a «recoger los frutos».