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EFE-GAZA
El Gabinete Nacional palestino aprobó ayer un «plan de 100 días», que se ejecutará en tres etapas, para afrontar la anarquía e inseguridad creadas por milicias y bandas armadas que operan en Gaza y Cisjordania al margen de los organismos de seguridad de la Autoridad Nacional Palestina.

El plan, elaborado por el ministro del Interior, Hani al-Kawasmi, fue debatido en sesión extraordinaria y, entre otros objetivos, promete poner coto a las luchas internas entre las facciones armadas y detener y juzgar a quienes participen en ellas. También procurará el Gobierno la reconciliación entre clanes familiares armados cuyos enfrentamientos contribuyen al caos.

En el debate del Consejo de Ministros, que encabeza el primer ministro Ismail Haniye, del movimiento islamista Hamas, no intervino el presidente de la ANP, Mahmud Abás, líder de Al Fatá, quien también llamó a cesar las luchas internas, y a la comunidad internacional a levantar el embargo al nuevo gobierno palestino.

A pesar de compartir la nueva coalición de Gobierno, en funciones desde el pasado 17 de marzo, las milicias afiliadas a Hamás y a Al Fatá siguen enfrentándose, aunque con menor intensidad que en diciembre y enero, antes del acuerdo de La Meca, que allanó en febrero el camino para el nuevo ejecutivo de unidad nacional.

El nuevo plan para restablecer la ley comenzará con un ordenamiento del tránsito automotor y la remoción de puestos callejeros de mercachifles, instalados sin autorización en calles de Gaza, y a menudo causa de graves embotellamientos.

Para imponer la ley se reactivarán los tribunales y, en general, el Poder Judicial, dijo Barguti al dar primeras informaciones acerca de plan oficial; de momento, no existían reacciones de parte no las trece organizaciones o facciones de la resistencia, que suelen operar independientemente de los organismos policiales de la ANP.

A largo plazo, indicó el portavoz, también se reformarán y capacitarán los diez organismos de seguridad de la ANP, que, según fuentes oficiales, cuentan actualmente con 85.000 efectivos.

Según la Asociación Palestina por los Derechos Civiles, en marzo último murieron 25 residentes de la franja autónoma de Gaza y 4 de Cisjordania ocupada en escaramuzas entre milicianos de Hamás y de Al Fatá, entre clanes familiares, delincuentes, en tiroteos callejeros o por «delitos de honor», de los que fueron víctimas cinco mujeres.

Asimismo, 120 palestinos resultaron heridos y 46 personas fueron secuestradas.