Detención de dos sospechosos cerca del Consulado de EEUU en Casablanca. Foto: M.BORJA/EFE

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EFE-RABAT
La policía marroquí considera que la célula terrorista a la que pertenecían cuatro terroristas implicados en los atentados del pasado martes y dos más que se suicidaron ayer por la mañana ha sido desarticulada tras la detención de sus dos supuestos cabecillas, declaró un alto cargo policial marroquí.

Los miembros de la célula, al conocer que sus líderes habían sido detenidos, podrían haber decidido «repentinamente» atacar algún objetivo occidental, probablemente ligado a EEUU, precisaron las fuentes.

Los interrogatorios de estas dos personas han permitido además la identificación de la mayor parte de los supuestos miembros de esta célula, a la que también pertenecía Abdelfetah Raydi, el terrorista que el pasado 11 de marzo se inmoló en un cibercafé de Casablanca.

Tras la detención de los líderes de la banda, las fuerzas de seguridad marroquíes se incautaron también de una cantidad no precisada de explosivos ocultos en varios zulos.

Según las fuentes, estas detenciones podrían haber precipitado el suicidio de los dos terroristas que murieron por la mañana, identificados como los hermanos Mohamed y Omar Maha.

En un principio se barajó la hipótesis de que el objetivo de los dos suicidas fuese el American Language Center, un centro adscrito a la Embajada norteamericana, que se encuentra en las cercanías de donde se produjeron las explosiones.

Sin embargo, datos posteriores facilitados por las autoridades apuntan a que el auténtico objetivo de los terroristas fuese atentar contra los policías que vigilan el Consulado norteamericano en Casablanca.

En las grabaciones de las cámaras de seguridad de este edificio se aprecia cómo uno de los terroristas hace estallar la bomba que transportaba justo al lado de una de las furgonetas de la policía, aparcada enfrente del Consulado, sin conseguir asesinar a ningún agente. Antes de suicidarse, tanto este terrorista como el otro que se mató justo después señalaron con el dedo índice al cielo en un gesto que en los países musulmanes hace alusión a Dios.

Horas después de las dos explosiones, que hirieron levemente a una transeúnte, la policía detuvo a un tercer terrorista, cuyo nombre es Mohamed Chihab, que justo antes de ser interceptado se deshizo de un cinturón que podría llevar explosivos y que fue incautado para su análisis. Un segundo cinturón con explosivos fue hallado poco después no muy lejos de esta zona, al lado del hotel «Rivoli», un establecimiento de lujo de Casablanca.

A pesar de que se considera que esta célula ha sido desarticulada, las fuentes advirtieron que eso no significa que se haya detenido a todos sus miembros o que no puedan surgir nuevas células ligadas al terrorismo salafista, ahora directamente bajo la influencia de la red Al Qaeda.