TW
0

EFE-BAGDAD
Al menos 83 personas murieron ayer en una nueva jornada de violencia en Irak al día siguiente de que el Parlamento iraquí se reuniera en sesión extraordinaria para «desafiar al terrorismo».

En el atentado más sangriento, al menos 65 personas murieron y alrededor de 100 resultaron heridas ayer por la mañana cuando un coche bomba conducido por un terrorista suicida estalló cerca de un mausoleo chií en la ciudad de Kerbala.

El ataque en Kerbala fue perpetrado a las 10.30 hora local (07.30 GMT) en una estación de autobuses, a unos 100 metros del mausoleo del Imam Husein, considerado uno de los lugares más sagrados por la rama chií del Islam.

Fuentes del Hospital Al Huseini de Kerbala, citadas por la cadena de televisión Al Iraqiya, indicaron que la mayoría de las víctimas son niños.

Kerbala, la segunda ciudad santa chií en importancia después de Nayaf, ha sido escenario de varios ataques similares en los últimos tres años que han dejado centenares muertos y heridos.

Asimismo, otro ataque con coche bomba, perpetrado junto al puente al Yadriya, en el sur de Bagdad, causó la muerte de al menos ocho personas e hirió a otras doce, según fuentes policiales.

La Policía indicó que el puente, conocido como al Yadriya y que atravesaba el río Tigris, no resultó dañado por la explosión.

Un atentado suicida perpetrado contra un puesto de control militar acabó con la vida de al menos cinco soldados y dejó a otros cuatro heridos, en la localidad de Biyi, a 200 kilómetros al norte de la capital, Bagdad, informaron fuentes del Ejército iraquí.

Además, otras cinco personas perdieron la vida, dos de ellas insurgentes y otras 15 resultaron heridas en varias acciones de violencia ocurridas en Bagdad y otras zonas de Irak.

Esta nueva jornada de violencia se produce al día siguiente de que el Parlamento iraquí celebrara una sesión urgente para expresar su rechazo al terrorismo y a la violencia sectaria.