TW
0

Los representantes personales de los presidentes de Argentina y Uruguay mantuvieron ayer una intensa jornada de conversaciones en Madrid para intentar sentar las bases de una salida a la crisis desatada entre ambos países por la construcción de una planta de celulosa en una zona fronteriza. La primera ronda de conversaciones directas entre las dos delegaciones comenzó por la mañana, a puerta cerrada y rodeada de una gran discreción, en el palacete de la Quinta de El Pardo.

Florencia Colombo, portavoz de la Cancillería argentina, dijo que la reunión con el Monarca «fue muy cordial» y se prolongó por espacio de una hora. En ella, «Argentina transmitió al Rey su agradecimiento por sus gestiones», agregó. Las conversaciones se prolongaron durante toda la tarde hasta las nueve de la noche y solo fueron interrumpidas durante una hora para el almuerzo, agregó la misma fuente.

Los miembros de las delegaciones interrumpieron las conversaciones para trasladarse al Palacio de la Zarzuela, donde fueron recibidos en audiencia por el rey Juan carlos, que auspicia los esfuerzos para intentar facilitar una salida negociada.

El ministro de Exteriores, Miguel Angel Moratinos, y el embajador de España ante la ONU, Juan Antonio Yáñez Barnuevo, acompañaron a los cancilleres argentino, Jorge Taiana, y uruguayo, Reinaldo Gargano, que acudieron junto al secretario de la Presidencia de Argentina, Gonzalo Fernández.