Consuelo Rumí, secretaria de Estado española de Inmigración, en la reunión de los 27 en Luxemburgo. Foto: EFE

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EFE-LUXEMBURGO
La Unión Europea dio ayer un nuevo impulso a su política contra la inmigración ilegal, al aprobar los equipos de reacción rápida para el control de fronteras a los países comunitarios que sufran crisis migratorias y la puesta en marcha del parque de medios para el Frontex.

Todos los países de la UE estarán obligados a aportar agentes fronterizos para formar estos equipos, y además tendrán que designar un determinado número de agentes que respondan a un cierto perfil técnico para integrar una «reserva estratégica».

Para el comisario europeo de Justicia, Seguridad y Libertades, Franco Frattini, la aprobación de ambas medidas supone «la mejor demostración hasta ahora de la solidaridad europea».

Los ministros comunitarios de Justicia e Interior dieron su acuerdo político a la creación de los equipos de reacción rápida (llamados RABIT por sus siglas en inglés), que se pondrán en marcha «lo antes posible», según indicó un portavoz de la presidencia alemana de la UE.

El proceso de aprobación formal en las instituciones comunitarias concluirá en junio y para julio comenzará la puesta en marcha, de forma que los 450 agentes previstos estén listos para finales de año.

Esos equipos serían enviados a los países que sufran crisis migratorias -como la avalancha de cayucos en las costas españolas del pasado verano-, para lo que hará falta una petición expresa de Frontex, la agencia de control de las fronteras exteriores de la UE.