Un tanque israelí se dirige a una base militar cerca de la frontera con Gaza. Foto: JIM HOLLANDER/EFE

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EFE-JERUSALÉN/GAZA
Las facciones palestinas de la franja autónoma de Gaza siguen respetando la tregua que pactaron hace días, pero no han cesado los ataques contra la población civil del sur de Israel, que se limitará de momento a las represalias de la Fuerza Aérea contra los milicianos.

El Gabinete de Seguridad, que preside el primer ministro Ehud Olmert, rechazó ayer por la tarde propuestas para una invasión militar a Gaza, pero «intensificará» los ataques de la Fuerza Aérea, ya aprobados a mediados de esta semana, particularmente contra los islamistas de Hamás y la Yihad, y su infraestructura.

Por su lado, Hamás, que comparte el Gobierno palestino de unidad con los nacionalistas de Al Fatá, anunció ayer que continuará con los ataques a «las comunidades y asentamientos judíos», según dijo por la tarde su portavoz, Sami Abu Zuhri.

Las facciones de Gaza dispararon diez cohetes contra el sur de Israel, aunque todos sin consecuencias. Desde el viernes han lanzado 45 cohetes, que causaron al menos tres heridos, decenas de lesionados por shock y daños materiales.

El ministro de Defensa, Amir Peretz, anunció un estatuto especial por 48 horas para Sderot, donde cayeron esta semana más de 140 cohetes Al Kasam, y en localidades rurales vecinas de la franja de Gaza. Se trata de un régimen de excepción, como suele aplicarse en los casos de guerra, y que faculta al Ejército para imponer el cierre de fábricas y escuelas, entre otras instituciones civiles, y al Estado el pago de indemnizaciones a los habitantes afectados.