Familiares de un miembro de Al Fatah muerto en Gaza en enfrentamientos con milicianos de Hamás claman venganza. Foto: I. ABU MUSTAFA/REUTERS

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EFE-GAZA/RAMALA
Al Fatah decidió a última hora de ayer suspender su participación en el Gobierno de unidad nacional palestino junto a Hamás hasta que cesen las luchas internas en la franja de Gaza, que desde el domingo han dejado más de 40 muertos. El Comité Central, principal órgano decisorio del partido del presidente, Mahmud Abás, resolvió, en una reunión con carácter de urgencia, suspender la participación de sus ministros en el Ejecutivo que lidera el islamista Ismail Haniye.

El primer ministro Haniye hizo horas antes un llamamiento a las facciones a regresar a la calma y a la mesa de negociaciones para acabar con la última espiral de violencia inter-palestina, que ha alcanzado en las últimas horas cotas sin precedentes.

El presidente palestino exhortó durante la reunión, que se prolongó tres horas, a los líderes «bienintencionados de Hamás» a esforzarse para que cesen las hostilidades pues, dijo, «nadie se beneficia de estas luchas».

En el norte de la franja palestina murieron ayer por la noche al menos veintiún palestinos en un ataque por parte de milicianos de Hamás a un complejo de las Fuerzas de Seguridad Nacional, según informan fuentes médicas.

Once de las víctimas mortales eran miembros de las fuerzas de la Seguridad Nacional palestina, mientras que los otros diez eran miembros de Hamás y de su leal «Fuerza Auxiliar» que participaron en el asalto al edificio. Muawia Hazanen, jefe de los servicios de emergencia del Ministerio de Salud informó de que varias decenas de personas resultaron heridas en la toma del complejo de seguridad, situado al este del campo de refugiados de Yabalia.