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La OTAN se comprometió ayer a hacer todo lo posible para evitar víctimas civiles en Afganistán, y acusó a los talibanes de utilizar a la población civil como escudos humanos, en una reunión en la que sus ministros de Defensa acordaron reforzar el entrenamiento del Ejército afgano.

La OTAN subrayó ayer que la coordinación de su misión en Afganistán con otras fuerzas sobre el terreno es «adecuada», y subrayó que en los últimos meses ha caído «significativamente» el número de víctimas civiles en sus operaciones en ese país.

Los Veintiséis condenaron «con dureza» en un comunicado la práctica de los talibanes de «poner en peligro deliberadamente a la población civil» y reiteraron el compromiso de la OTAN de «garantizar que se adopten todas las medidas necesarias para evitar bajas civiles».

«Los talibanes utilizan a los civiles como escudos humanos. No estamos dentro de la misma categoría moral», señaló el secretario general de la OTAN, Jaap de Hoop Scheffer, que también denunció una campaña de los insurgentes para enfrentar a la población con las fuerzas internacionales.

Las víctimas civiles en Afganistán centraron parte de la reunión de los veintiséis ministros aliados con sus colegas de los otros once países participantes en la misión aliada de Asistencia a la Seguridad en Afganistán (ISAF) y el responsable afgano, Abdul Rahim Wardak.

Varios países, entre ellos España, habían pedido una mayor coordinación entre la ISAF, la operación antiterrorista liderada por EEUU «Libertad Duradera» (OEF) y el Ejército Nacional Afgano para minimizar las bajas civiles, tras un ataque estadounidense en mayo en el que murieron 40 personas en Shindand, en la provincia occidental de Herat.

De Hoop Scheffer señaló que la OTAN revisa constantemente sus procedimientos y «allí donde pueda aumentar la coordinación lo hará».

Los ministros apoyaron la apertura de investigaciones en caso de incidentes y varios países aliados se interesaron también por un fondo de ayuda humanitaria para ayudar a las familias damnificadas en los ataques, señaló el máximo responsable civil aliado.

«Hay bastante coordinación entre las fuerzas internacionales y las afganas», declaró por su parte Wardak, quien advirtió de que «en una guerra siempre es difícil» evitar bajas civiles.

El ministro español, José Antonio Alonso, indicó que «la coordinación hay que mejorarla», aunque manifestó que España «está básicamente satisfecha» con los resultados de la reunión.

Los ministros dieron ayer un nuevo espaldarazo a Afganistán con la oferta de Canadá, Francia, Italia, Letonia, Rumanía y Eslovenia de enviar una veintena de equipos de enlace y asesoramiento operativo (OMLTS) que se integrarán dentro de unidades del Ejército Nacional Afgano para darles formación y fortalecer la seguridad en el país asiático.