La Autoridad Aeroportuaria Británica anunció que el aeropuerto de Glasgow funciona ya con normalidad.

TW
0

EUROPA PRESS-LONDRES
Las investigaciones de la policía británica están dando sus frutos en un Reino Unido al borde de la histeria y con un nivel de máxima alerta tras los atentados frustrados del pasado viernes en Londres y después de que ayer mismo un todoterreno en llamas se estrellara contra una de las puertas del aeropuerto de Glasgow. En total, la policía detuvo a cinco personas en distintas localidades del país por su presunta relación con los atentados y, ayer mismo, detonó un vehículo sospechoso, cerca del hospital donde fue trasladado uno de los arrestados.

Scotland Yard sospecha que tanto el ataque con dos coches bombas frustrado por la policía el viernes pasado en el centro de Londres como el suceso de la capital escocesa están relacionados ya que todos los vehículos tenían similares materiales inflamables, como gasolina y bombonas de gas.

Cuatro de los sospechosos fueron detenidos en la localidad noroccidental de Chesire «en conexión con los sucesos registrados en Londres y Escocia», según señalaron fuentes policiales en declaraciones a la BBC. Uno de ellos se encuentra ingresado en un hospital bajo custodia policial después de resultar herido cuando conducía el coche en llamas que estrellaron contra el aeropuerto internacional de Glasgow. Por último, a primera hora de la tarde de la policía de Merseyside informó de la detención de un quinto sospechoso.

Sin haber asumido el susto provocado por la colocación de dos coches bomba en el centro de la capital inglesa, el atentado de ayer volvió a poner en alerta a las autoridades. La portavoz de la Policía de Glasgow, Elisa Dunn, aseguró que en el ataque resultaron heridas cinco personas y se tuvo que evacuar a más de 2.500, aunque la Autoridad Aeroportuaria Británica anunció que el aeropuerto funciona ya con normalidad si bien «los mostradores de facturación de la terminal principal permanecen cerrados» por motivos de seguridad.

Por otro lado, la Policía realizó una detonación controlada de un vehículo aparcado en el Hospital Real Alexandra de Paisley, donde permanece ingresado el detenido por participar en el ataque al aeropuerto escocés. Además estableció un perímetro de control de unos 200 metros alrededor del centro médico y el acceso a éste ha sido restringido.