Simón Peres, en el momento de la jura de su cargo en la sede del parlamento isrelí. Foto: DAVID SILVERMEN/EFE

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EFE-JERUSALÉN El veterano político Simón Peres se convirtió ayer en el noveno presidente del Estado de Israel tras jurar el cargo en el Parlamento (Kneset), donde en su discurso de investidura aseguró que seguirá trabajando por la paz en la región del Oriente Medio.

El flamante presidente israelí subrayó que desde su nuevo cargo continuará promoviendo la paz con los pueblos vecinos e invitó a los gobiernos de la región a sumarse a esa iniciativa.

«El presidente debe alentar procesos de paz. Dentro de casa (en Israel). Con nuestros vecinos. En toda la región», dijo en una larga alocución tras jurar el cargo y recibir los vítores de los asistentes, que le desearon tres veces, como es tradición: «Larga vida al presidente».

De 84 años y con una dilatada trayectoria política iniciada en los años cincuenta, Peres reconoció «el alto costo de la guerra» y recordó sus primeros momentos de actividad política junto al fundador del Estado judío, David Ben Gurión.

«Aprendí de él (de Ben Gurión) que en la guerra no hay alternativas, sólo la victoria. Y para la victoria se necesitan personas valientes y las herramientas adecuadas. Sin embargo, cuando se crea una oportunidad de paz, no debe desperdiciarse de ninguna forma», abundó.

Galardonado con el premio Nobel de la Paz en 1994 por su contribución al proceso de Oslo junto a los fallecidos Isaac Rabin y Yaser Arafat, Peres recordó los momentos difíciles que ha presenciado desde la creación del país en 1948.

«En ese entonces era difícil visualizar que, para salvar nuestras vidas, tendríamos que luchar siete guerras, dos Intifadas e innumerables batallas. Nos quedamos solos en el aislamiento internacional, pero nunca desesperamos y no perdimos ni una guerra y cada vez nos levantamos de nuevo», señaló.

Y resaltó el papel del Ejército, al tiempo que recordó a los soldados caídos en batalla y a los secuestrados.
«Sin el sacrificio de las Fuerzas Armadas no habríamos llegado hasta aquí. Hoy, en lo más alto de la agenda está la liberación de los soldados cautivos Gilad Shalit, Udi Goldwasser y Eldad Regev y no descansaremos hasta devolverlos a casa», afirmó.