TW
0
EFE-WASHINGTON El Congreso de EE.UU. envió ayer al presidente George W. Bush una ley que amplía las inspecciones de contenedores aéreos y marítimos, como parte de varias medidas antiterroristas presentadas al Legislativo hace tres años. La medida, aprobada con 371 votos a favor y 40 en contra por la Cámara de Representantes, ya había sido aprobada por el Senado la noche del jueves, con 85 votos a favor y ocho en contra.

La iniciativa permite la puesta en marcha de las recomendaciones que incluyó en un informe exhaustivo una comisión bipartidista en 2004, a raíz de los atentados del 11 de septiembre de 2001, y que aún no habían entrado en vigor.

El presidente de EE.UU., George W. Bush, había amenazado con vetar la ley porque, en su versión original, el proyecto de ley permitía que los trabajadores de los aeropuertos formasen sindicatos. Ante las presiones políticas, los demócratas abandonaron esa idea, y la Casa Blanca dijo hoy que el mandatario estadounidense piensa promulgar la ley.

La ley permite la redistribución de fondos federales a ciudades que afrontan un mayor riesgo de atentados, y autoriza ayudas a todos los gobiernos estatales para incrementar su capacidad de respuesta a emergencias. Así, la iniciativa incluye fondos para mejorar los equipos de comunicación de las comunidades en todo el país, y para que los gobiernos locales y estatales puedan intercambiar información con el gobierno federal. Entre otros elementos, la ley exige, en un plazo de tres años, la inspección del 100 por ciento de los cargamentos aéreos, así como de los contenedores marítimos, antes de que zarpen a puertos estadounidenses, en un plazo de cinco años.

La medida prevé poco más de 4.000 millones de dólares para mejorar la vigilancia en los sistemas de transporte del país. También autoriza 1.600 millones de dólares en equipos de alta tecnología para los bomberos, policías y demás profesionales que responden a emergencias.

La ley autoriza la creación de una nueva oficina dentro del Departamento de Estado para incrementar la promoción de la democracia y de los derechos humanos en el mundo. Además, pide una mayor colaboración de EE.UU. con sus aliados más cercanos, entre ellos Israel, el Reino Unido, Canadá, Australia y Singapur, para el desarrollo de nuevas tecnologías para la seguridad territorial y para el intercambio de informes científicos para prevenir ataques terroristas.

La oposición demócrata, liderada por Nancy Pelosi en la Cámara de Representantes, se adjudicó el mérito por la aprobación del proyecto de ley.
Con esta ley, «estaremos cumpliendo nuestras promesas a los familiares de las víctimas del 11-S, estaremos honrando la labor de la Comisión del 11-S, y mejoraremos la seguridad del pueblo estadounidense», agregó.

Por otra parte, el presidente Bush pidió ayer al Congreso que modernice la ley que rige el método de los servicios secretos para acceder a las comunicaciones entre sospechosos de terrorismo. En su alocución radial de los sábados, Bush afirmó que la legislación actual, que data de 1978, «se ha quedado muy anticuada».

En la actualidad, agregó, los terroristas pueden usar teléfonos móviles e internet para comunicarse entre sí, reclutar militantes o planear atentados gracias a tecnologías que no existían cuando la ley se concibió hace treinta años.