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EFE-WASHINGTON La divulgación ayer de un informe oficial de inteligencia que cuestiona la gestión del primer ministro iraquí Nuri al Maliki pone en difícil lugar al presidente de EEUU, George W. Bush que, precisamente ayer, volvió a darle un espaldarazo público.

En ese documento se pone claramente en entredicho la capacidad del primer ministro y de su gobierno para superar las enormes diferencias sectarias y avanzar hacia la reconciliación, según el texto que ha sido filtrado a la prensa, antes de su publicación.

Se trata de la nueva «Evaluación Nacional de Inteligencia» sobre Irak, elaborada por las 16 agencias de inteligencia estadounidenses.
En esa evaluación se reconoce que se han producido «mejoras apreciables pero desiguales» en el ámbito de la seguridad, concretamente en ciertas áreas en las que se ha conseguido incluir a los suníes en las fuerzas de seguridad iraquíes, y se citan «mejoras modestas» en el campo económico.

Las fuerzas de seguridad iraquíes, añade el texto, han evolucionado «adecuadamente», aunque su progresión no es todavía suficiente como para que puedan dirigir operaciones sin la ayuda de las fuerzas de la coalición.

Los servicios de inteligencia pronostican en el mismo informe, de diez páginas, que el gobierno iraquí será aún «más precario» en un plazo de 6 a 12 meses e insisten además en que a nivel político no se están registrando avances y en que los actuales dirigentes «siguen siendo incapaces de gobernar con verdadera eficacia».