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EFE-NUEVA DELHI La ciudad india de Hyderabad (sur de la India) amaneció ayer paralizada por los atentados que el sábado causaron la muerte a 42 ciudadanos y heridas a varias docenas, obra, según las autoridades, de «grupos terroristas internacionales de Pakistán y Bangladesh».

En los hospitales de la ciudad continúan ingresadas 70 personas, entre gestos de dolor de las familias afectadas, para las cuales el gobierno regional ha anunciado ya compensaciones.

En una comparecencia de prensa tras una reunión urgente, el gobernador regional de Andhra, Y. S. Rajasekhara Reddy, aseguró que los atentados fueron obra de «grupos terroristas internacionales». «La mayor parte de las veces, las organizaciones terroristas internacionales son responsables de estos actos espantosos(...) No podemos tener redes de inteligencia en Bangladesh y Pakistán», añadió Reddy, quien negó un fracaso de los servicios secretos indios.

Las dos explosiones, casi simultáneas, ocurrieron el sábado en un auditorio al aire libre de Hyderabad -con 10 muertos- y en un concurrido restaurante de comida rápida situado a cinco kilómetros del primer punto, donde murieron 32 personas.

Según Reddy, por el momento no hay arrestos en relación con las bombas en Hyderabad, una ciudad que ya fue golpeada por otro atentado el pasado 18 de mayo, cuando una bomba mató a nueve personas en el interior de la céntrica mezquita Mecca, y dio pie a disturbios con la Policía que dejaron cinco muertos por disparos. Aunque ningún grupo ha reivindicado el atentado del sábado, distintos medios indios apuntaban hoy al grupo islámico Harkat-ul-Jehadi Islami, al que los investigadores responsabilizan de la explosión de la mezquita. Los fuerzas de seguridad han determinado ya que los autores de las explosiones usaron temporizadores y ocultaron en bolsas negras de plástico las bombas, compuestas por nitrato de amonio y bolas de metal. Además, horas después de las explosiones, las fuerzas de seguridad recuperaron dos artefactos sin explotar junto a unas salas de cine, lo cual refuerza la teoría de que se trató de una conspiración a gran escala, según una fuente policial citada por IANS.