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EFE-TEHERÀN El presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, afirmó ayer que su país ha conseguido ya instalar más de 3.000 centrifugadoras para enriquecer uranio, mientras reiteró que el programa nuclear iraní es pacífico, y que cooperará con el OIEA.

Ahmadineyad, citado por la agencia Fras, rechazó las presiones de algunas potencias occidentales sobre Irán para que suspenda el enriquecimiento de uranio, y exigió que el caso atómico iraní sea tratado sólo por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).

Nueva cascada
«Ahora tenemos más de 3.000 centrifugadoras operativas, y cada semana instalamos una nueva cascada», afirmó el mandatario iraní, según la fuente. Irán había asegurado en mayo pasado haber instalado un total de 1.600 centrifugadoras en la planta de Natanz, en el centro del país, y que su objetivo era llegar a la cifra de 3.000 para enriquecer uranio.

El OIEA ha confirmado en su último informe que Teherán no ha abandonado el enriquecimiento, tal como exige la comunidad internacional, aunque aseguró que se ha producido un «significativo paso adelante» en la cooperación de Irán con los inspectores internacionales.

El informe, elaborado por el director del OIEA, Mohamed el Baradei, aludía al acuerdo alcanzado en agosto entre Irán y ese organismo internacional para solucionar «las cuestiones pendientes» en el caso nuclear iraní.

Según dicho acuerdo, la República Islámica se compromete a eliminar las ambigüedades respecto a sus actividades nucleares conforme a un calendario acordado con el OIEA, y permite el acceso de los inspectores internacionales a las instalaciones nucleares iraníes.

«*Veis cómo hemos conseguido ser un país nuclear dentro de varios años sin necesidad de dar nada a cambio?», dijo el presidente iraní en un discurso en el décimo Congreso General de las Sociedades Islámicas Estudiantiles, celebrado hoy en el Palacio Presidencial.