Industria congelará las tarifas eléctricas en el último trimestre del año

Este déficit 'ex ante' permite ir adelantando el desajuste entre el coste de la energía y los ingresos de las eléctricas en los próximos años. En el proyecto del decreto, Industria insta a la CNE a que eleve al Ministerio su mejor previsión de déficit para todo el año 2007, a efectos de un eventual reconocimiento 'ex ante' superior a la cifra prevista hasta la fecha, de 1.500 millones de euros, según una nota del departamento.

Nuevo decreto
Junto a la congelación de las tarifas eléctricas, el Gobierno defiende en el nuevo decreto una desaparición progresiva del déficit tarifario, de manera que afecte lo menos posible al consumidor. Además, con el objetivo de evitar posibles interrupciones del suministro eléctrico a medio y largo plazo, como sucedió este verano en Barcelona, la propuesta modifica el sistema de pagos por «garantía de potencia». Así, una vez recibida la propuesta de orden, la CNE deberá elaborar un informe sobre el asunto. El proyecto viene acompañado de su correspondiente memoria económica.

Industria asegura que su estrategia de congelar el precio de la luz es coherente con los cada vez mayores recursos destinados a financiar medidas de ahorro y con la política de instalación de contadores electrónicos, que discriminan la energía consumida por períodos, recientemente aprobada por el Consejo de Ministros.

La propuesta de orden también incluye una modificación de los períodos horarios para adecuarlos a los cambios experimentados por la demanda en los últimos años. Entre los cambios más importantes, figura que la segunda quincena del mes de junio y el mes de julio pasarán a considerarse períodos de temporada alta (antes eran periodos de demanda de temporada baja y media, respectivamente), y noviembre pasa a ser período de demanda de temporada media (antes era demanda de temporada alta).

En cuanto al sistema de pagos de la «garantía de potencia», se pretende unir la evolución de los incentivos a la inversión -disponibilidad a largo plazo- con un «índice de cobertura» que permita calcular con fiabilidad la necesidad de potencia esperada en un horizonte temporal futuro. Al mismo tiempo, se pretende que en la definición del servicio de disponibilidad se establezca que las consecuencias de los incumplimientos sean suficientemente incentivadoras para evitarlos.

De hecho, señala Industria, las modificaciones introducidas imponen condiciones más exigentes a las empresas en la prestación de los servicios de disponibilidad de potencia para el sistema y, al mismo tiempo, permiten una optimización de los recursos financieros dedicados a estos efectos.