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Al menos 50 palestinos, entre ellos más de una decena de civiles, murieron ayer y más de 60 resultaron heridos en la última incursión militar ordenada por el Gobierno hebreo sobre la Franja de Gaza, lo que desembocó en una respuesta por parte de las milicias palestinas, que arrojaron medio centenar de cohetes sobre diversas poblaciones del sur de Israel y que han provocado la hospitalización de al menos 22 de sus residentes, según informaron medios israelíes.

Esta crisis podría significar además el final del proceso de paz israelo-palestino iniciado en noviembre en la Cumbre de Annapolis y respaldado por Washington. «La actividad que tiene lugar en la Franja tiene como objetivo asaltar áreas en las que se resguardan las organizaciones terroristas y zonas de lanzamiento de cohetes», explicaron fuentes del Ejército al diario israelí 'Haaretz'.

Según los informes del diario, al menos 50 palestinos, entre ellos doce civiles, habrían muerto durante los enfrentamientos, que se han cobrado la vida principalmente de milicianos de Yihad Islámica y de guerrilleros de Hamás. Siete soldados israelíes resultaron heridos en los enfrentamientos. Además, dos soldados israelíes murieron en incidentes distintos.