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REUTERS/EP-MOSCÚ Dimitri Medvedev prestó ayer juramento de su cargo como presidente de Rusia en una fastuosa ceremonia en el Kremlin, ante 2.500 invitados, marcando el comienzo de un inédito mandato compartido con su predecesor, Vladimir Putin, quien asumirá el cargo de primer ministro previsiblemente hoy.

Medvedev, abogado de 42 años, se convierte de este modo en el tercer presidente de la Federación Rusa y en el mandatario ruso más joven desde el zar Nicolas II. Ya como presidente, presentó la candidatura de Putin para el cargo de primer ministro a la Duma -Cámara Baja del Parlamento-, que se prevé la apruebe hoy sin problemas en su sesión plenaria.

Tras un discurso del presidente saliente, Medvedev prestó su juramento con la mano derecha sobre una copia encuadernada en cuero rojo de la Constitución rusa. El flamante presidente prometió «respetar y proteger los derechos humanos y civiles», así como «cumplir y defender la Constitución de la Federación Rusa, su soberanía e independencia, seguridad e integridad», según citó RIA Novosti.

Después de escuchar el himno de Rusia, interpretado por una orquesta y un coro, se dirigió a la asamblea de dignatarios como el nuevo presidente ruso. Declaró que el desarrollo de las libertades civiles y económicas en Rusia será una prioridad durante su presidencia. Los derechos y las libertades «son el valor supremo y definen la esencia de la actividad del Estado», afirmó. También se comprometió a garantizar la seguridad de los rusos. «Haré todo lo posible para que la seguridad de nuestros ciudadanos no sólo esté garantizada por la ley, sino realmente asegurada por el Estado», declaró. Además, abogó por el cumplimiento de la ley.