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OTR/PRESS-MOSCÚ/TIFLIS La crisis en Georgia tras la acción militar rusa en defensa de las regiones independentistas de Osetia del Sur y Abjazia continúa preocupando a las potencias internacionales. Por ello, ayer la OTAN se reunió en de forma extraordinaria en Bruselas para exigir a Rusia que retire de una vez por todas sus tropas de territorio georgiano si no quiere que las relaciones con la OTAN lleguen a su fin.

Sin embargo, el Gobierno de Moscú tachó la declaración de la OTAN de «tendenciosa» y la acusó de «no ser objetiva».
A petición de Estados Unidos, los estados de la OTAN se reunieron para exigir a Rusia que cumpla el acuerdo de paz al que llegaron ambas partes enfrentadas la pasada semana. Así, la Organización advirtió a Moscú de que los contactos regulares con el país no podrán llevarse a cabo con total normalidad hasta que no retire las tropas de Georgia, sino que advirtió de que están «considerando seriamente» las implicaciones que ha tenido la acción militar rusa en Georgia.

No obstante, el mandatario de la OTAN no quiso cerrar la puerta a Rusia a cualquier negociación, sino recalcar que la única condición posible para ello es que retire sus tropas.

En este sentido, Javier Solana, alto representante en Política Exterior y Seguridad de la Unión Europea, explicó que «las relaciones con Rusia han sido en los últimos tiempos serias, responsables, profundas» aunque, en caso de que el Kremlin siga sin ceder, habrá que «replantear las relaciones con ellos», indicó en una entrevista concedida a la Cadena Ser.

Ayer pudo verse en Gori una ligera retirada del Ejército del Kremlin, en lo que funcionarios de Moscú calificaron del comienzo de una salida de las fuerzas. Pero esta no fue la única acción llevada a cabo en la guerra del Cáucaso para alcanzar la paz, tras once días de conflicto. Ambas partes han realizado el primer canje de prisioneros. El intercambio comenzó cuando dos helicópteros rusos aterrizaron en la ciudad de Igoeti, de donde se bajaron dos hombres uniformados. Acto seguido, varias ambulancias georgianas portaron a otras dos personas que se subieron a los helicópteros rusos.