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OTR/PRESS-KABUL/PARÍS

Como consecuencia de una emboscada «de extrema violencia», el Ejército francés lamenta desde ayer la muerte de diez de sus soldados en Afganistán, justo el día en que se cumplían 89 años de la independencia afgana del Reino Unido y en el que se recrudecieron los combates entre las fuerzas multinacionales y los insurgentes.

Otros 21 militares galos resultaron heridos en una acción perpetrada por los talibán cuando el convoy patrullaba una carretera que lleva a Kabul, a apenas 50 kilómetros de la capital afgana. El presidente galo, Nicolas Sarkozy, se desplazó ayer por la tarde al país asiático para «asegurarles que Francia está de su lado», en una jornada en la que la insurgencia también actuó contra una gran base estadounidense en el sureste de Afganistán.

«En su combate contra el terrorismo, Francia acaba de ser golpeada duramente», lamentó Sarkozy. A través de una nota oficial se aclararon unas informaciones hasta entonces confusas y que finalmente ratificaban la muerte de nada menos que una decena de soldados franceses en la región de Kabul, en una carretera a 50 kilómetros al noreste de la capital, muy lejos de donde se encuentran las tropas españolas.