El candidato demócrata a la presidencia de Estados Unidos, junto a su 'segundo', Joseph Biden, en el tercer día de la Convención del partido en Denver. Foto: EFE

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EUROPA PRESS-NUEVA YORK Barack Obama, desde la madrugada de ayer candidato oficial demócrata a la Casa Blanca, asumió ayer su designación en un acto ante 75.000 personas en la Convención Demócrata que se celebra desde el lunes en Denver.

Tras su elección por aclamación a petición de su hasta ahora principal rival, la senadora por Nueva York Hillary Clinton, Obama apareció el miércoles por sorpresa en el Centro Pepsi dode se celebra la convención, para incidir en que «el cambio se consigue porque gente ordinaria hace cosas extraordinarias».

Por ello, explicó que había optado por dar su discurso de aceptación en el estadio Invesco Field, en Mile High, ante más de 75.000 personas para asegurarse de que «todo el mundo que quiera puede venir». «Creo que tendremos una gran noche, estoy deseando veros allí», remachó.

La elección del lugar no parece haber sido bien acogida por todos en el Partido Demócrata. Según 'Político', «los demócratas están nerviosos por el riesgo de Invesco». En un artículo, la influyente publicación explica que algunos en el partido consideran que «la aparición en el estadio juega en contra del objetivo de Obama en la convención de rebajar su potencial de estrella y conectar con el americano medio». Además, creen que «se da a los republicanos una oportunidad de reiterar su mensaje de que el candidato demócrata es una celebridad narcisista».

«Una estralla del rock»
«Ya sabemos que es una estrella de rock, ya sabemos que puede reunir a 85.000 personas en un estadio, lo ha hecho muchas veces, lo que tiene que hacer es hablar a la gente que aún no se ha decidido», opinó el gobernador de Tennessee, Phil Bredesen.

Según el Washington Post, el miércoles todavía se estaba ultimando el escenario en el que apareció Obama y buscando los mejores ángulos de televisión para que éste no pareciera por encima de los asistentes, sino entre ellos. Además, se tomaron medidas para evitar el eco.

Sin embargo, para el director de comunicación de Obama, la celebración del discurso en el citado estadio era «un punto importante para nuestra campaña». «Es simbólico de cómo el senador Obama ganó su candidatura y, lo que es más importante, es el símbolo perfecto de cómo quiere llevar el cambio a Washington, que es de abajo a arriba», señaló.

El tema elegido por la Convención Demócrata para la jornada de ayer era «El cambio en el que puedes creer», y Obama estuvo arropado por varias importantes figuras de su partido como el gobernador de Nuevo México, Bill Richardson, quien abandonó su candidatura en las primarias para respaldar al senador por Illinois, y el gobernador de Virginia, Tim Kaine.

La actuación de la ex primera dama fue un claro intento de cerrar las heridas del pasado y demostrar que el Partido Demócrata está unido tras su candidato. Así, Hillary Clinton había dado luz verde a sus delegados para que votaran por Obama si así lo deseaban en la votación que, por primera vez en 50 años, no se celebró en horario 'prime time'.

El ya oficialmente candidato demócrata a la presidencia se propuso en su discurso insistir en su eslogan de cambio, autorretratarse como un «tipo común» y despellejar «con elegancia» a su rival John McCain.