TW
0
WANDA RUDICH-VIENA Las fuerzas nacionalistas y de extrema derecha fueron premiadas con un espectacular avance en las elecciones legislativas celebradas ayer en Austria, mientras los votantes castigaron a la fracasada «gran coalición» de socialdemócratas y populares, rota 18 meses después de su formación.

«No se ha logrado recuperar la confianza», reconoció Werner Faymann, ministro de Infraestructura y líder del Partido Socialdemócrata (SPO) que consiguió defender su primer puesto, pero con el peor resultado desde 1945: menos del 30% de los votos, 5 puntos por debajo del resultado del 2006. Más aún, casi 9 puntos porcentuales, hasta quedar en el 25'6%, cayó el Partido Popular (OVP) del vicecanciller y ministro de Finanzas, Wilhelm Molterer, mientras que el hasta ahora tercer partido, el de los «Verdes», quedó relegado al quinto puesto.

El castigo se reflejó también en un descenso de 7 puntos de la participación en las urnas, que fue del 71 por ciento. Así, de los cinco partidos representados en el Parlamento de 183 escaños, sólo el Liberal (FPO) del ultranacionalista Heinz-Christian Strache, y la Alianza para el Futuro de Austria (BZO) de Jorg Haider, líder histórico de la extrema derecha, ampliarán su presencia en la Cámara.