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CÉSAR MUÑOZ ACEBES-WASHINGTON

Los legisladores estadounidenses ultimaron ayer los detalles del plan de rescate financiero por valor de 700.000 millones de dólares, a tiempo para adelantarse a la apertura de las bolsas, a las que quieren dar un mensaje de confianza. Mientras, los dos candidatos a la Presidencia de Estados Unidos, Barak Obama y John McCain, dieron se apoyo al plan.

Incapaces de alcanzar un pacto durante la semana, los líderes del Congreso se habían colocado como meta ponerse de acuerdo para antes de que abrieran los mercados en Asia, conscientes de que el retraso del programa de ayuda podría llevar a una caída libre. Emergieron en la de madrugada de ayer, exhaustos pero con una sonrisa, tras un día de reuniones prácticamente sin pausa.

«Creo que lo hemos logrado», dijo el secretario del Tesoro, Henry Paulson, quien estaba acompañado por la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, y el líder de la mayoría de ese partido en el Senado, Harry Reid. Durante la noche y el día de ayer su personal se ha dedicado a traducir el principio de acuerdo a un texto legislativo concreto.

Está previsto que la Cámara Baja lo vote hoy lunes, tras lo cual pasará al Senado mañana y, si no hay obstáculos, a la mesa del presidente de Estados Unidos, George W. Bush, que lo deberá firmar. El programa aspira a ser una de las mayores intervenciones en los mercados en la historia de Estados Unidos.

Su objetivo es desbloquear el flujo del crédito con la adquisición por parte del Gobierno de la deuda de mala calidad que intoxica los balances de los bancos.

Los dos candidatos a la presidencia dieron ayer su apoyo en principio a un acuerdo que pretende poner orden en el desbarajuste de los mercados. El senador Barack Obama ya había respaldado las posiciones de los líderes demócratas en el Congreso y ayer reafirmó que está inclinado a respaldar el pacto.

Más ambiguo había sido su rival republicano, John McCain, quien ayer finalmente señaló que en principio apoya el acuerdo. «Esto es algo que todos nosotros tendremos que engullir y con lo que tendremos que seguir adelante», dijo McCain.