Uno de los paquistaníes detenidos en relación con el atentado múltiple de Bombay de finales de noviembre residía en Barcelona, según informó ayer el Gobierno de Pakistán.
En rueda de prensa en Islamabad, el titular de Interior, Rehman Malik, explicó que el arrestado, identificado como Javed Iqbal, efectuó un pago por valor de 238 dólares para el uso de protocolos de comunicaciones a través de internet, aunque no dio más detalles al respecto.
«Javed Iqbal vivía en Barcelona. No me preguntéis cómo lo hemos traído hasta aquí, pero ha podido venir a Pakistán, ha sido arrestado y está bajo nuestra custodia», declaró Malik, quien se mostró ambiguo sobre las circunstancias de su detención. Malik explicó que el detenido «ha dado nombres» de más sospechosos a las autoridades paquistaníes y aseguró que Islamabad ha pedido la cooperación del Gobierno español.
«Un paso positivo»
Asimismo, el Gobierno paquistaní admitió ayer por primera vez que «parte» de la masacre terrorista de Bombay fue planeada desde su territorio, una declaración que la India vio como un paso «positivo» en la relación entre las dos potencias nucleares del sur de Asia.
En rueda de prensa en Islamabad, el titular paquistaní de Interior, Rehman Malik, reconoció también que el «supuesto cerebro» de la operación es Zakiur Rehman Lakhvi, comandante del grupo islamista Lashkar-e-Toiba (LeT), al que Nueva Delhi responsabiliza del asalto terrorista en Bombay, que dejó 179 muertos.
Malik anunció que los tribunales del país han abierto un proceso a instancias del Gobierno para perseguir a los culpables, aunque instó a Nueva Delhi a facilitar más pruebas para avanzar en el caso.
Según el ministro, las autoridades han identificado por el momento a ocho sospechosos de estar vinculados con la organización del atentado, todos ellos paquistaníes.
Malik explicó que seis de ellos ya han sido detenidos y algunos de ellos «pertenecen al LeT», grupo islamista contra el que las fuerzas de seguridad paquistaníes lanzaron una operación a principios del pasado mes de diciembre.
Entre los arrestados, además de Lakhvi, el supuesto «cerebro» de la masacre, se halla otra «importante» figura en la organización de los ataques, Hamad Amin Sadiq, a quien sin embargo no ligó a ningún grupo en concreto.
«Parte de la conspiración tuvo lugar en Pakistán y parte en la India. Dos individuos que desempeñaron un papel muy importante están bajo nuestra custodia», abundó. «Alguien desde Pakistán o la India está utilizando el sistema de España» y otros países, aseveró.
La operación, que incluyó el asalto a dos hoteles de lujo, un centro religioso judío y una estación de trenes, contó con apoyo financiero, logístico y de comunicación desde otros países, entre ellos España, Italia y Austria, según la investigación de las autoridades paquistaníes.
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