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EFE-BRUSELAS
En pleno Parlamento Europeo, el presidente checo, Vaclav Klaus, comparó ayer el sistema político de la UE y la «ausencia de oposición» a la integración europea con los regímenes totalitarios comunistas del siglo pasado.

«Aquí, sólo una alternativa es promovida y aquéllos que se atreven a pensar en una opción diferente son etiquetados como enemigos», aseguró Klaus, que recordó que «no hace mucho tiempo, en parte de Europa vivimos en un sistema que no permitía alternativas ni oposición parlamentaria».

Acto seguido se produjeron abucheos y algunos eurodiputados se levantaron de sus escaños y abandonaron la sala para expresar su indignación ante un discurso que se preveía polémico y que no defraudó.

Incluso el presidente de la Eurocámara, Hans-Gert Pottering, replicó al final a Klaus: «En un parlamento del pasado, probablemente usted no habría podido pronunciar este discurso».

El líder checo, jaleado por los parlamentarios euroescépticos, se opuso ayer a seguir profundizando en la integración europea y a dar más poderes al propio PE, tal y como prevé el Tratado de Lisboa.

La llegada de Klaus a Bruselas venía precedida ya de cierta polémica, tanto por los postulados que defiende el presidente checo en lo referente a la UE como por el incidente que protagonizó con una delegación de eurodiputados que visitaron Praga el pasado año.