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EFE-NUEVA DELHI Tres meses después del asalto de un comando terrorista a Bombay, la policía de la ciudad acusó ayer a 47 personas, la mayoría paquistaníes presuntos miembros de un grupo separatista cachemir, de la masacre que causó la muerte de casi 180 personas.

Entre los acusados está el paquistaní Mohamed Ajmal Amir alias Kasab, el único terrorista capturado vivo de los diez que durante tres días atacaron hoteles, un centro de estudios judíos, un restaurante, una estación de trenes y otros objetivos de la ciudad.

También están imputados dos ciudadanos indios, Fahim Ansari y Sabahuddin Mohammed, según informó el jefe de la investigación, el subcomisario Rakesh Maria, en una rueda de prensa en Bombay retransmitida en directo por el canal delhí NDTV.

Sólo esos tres acusados se encuentran detenidos en la India, que ha llevado a cabo su investigación en paralelo a la abierta por Pakistán, cuyas autoridades admitieron el pasado día 12 que el atentado en Bombay se planeó «en parte» en suelo paquistaní y la implicación en él de Lashkar-e-Toiba (LeT), mientras que otros 35 son prófugos.