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AGENCIAS-PARÍS El presidente francés, Nicolas Sarkozy, recibió una carta el 26 de febrero con amenazas de muerte y una bala de 39 mm. Además de Sarkozy, otros nueve altos cargos de su partido (UMP) han recibido amenazas similares, entre ministros, diputados, senadores y alcaldes.

Entre los políticos amenazados, se encuentran la ministra de Interior, Michèle Alliot-Marie; la ex ministra de Justicia Rachida Dati, el ex primer ministro y alcalde de Burdeos, Alain Juppé, y la ministra de Cultura, Christine Albanel.

La Fiscalía Antiterrorista de París ha abierto una investigación sobre las amenazas de muerte, después de que el Elíseo confirmase la existencia de la carta, tras negar la información ayer por la mañana. Todos los políticos han recibido sobres de color marrón en las últimas dos semanas que contenían una bala de 9mm con amenazas como «sois todos hombres muertos caminando» e insultos, ha declarado una fuente judicial francesa. Según el diario francés Le Monde, las cartas son todas idénticas.

El último alto cargo en recibir una carta anónima ha sido el ex primer ministro Alain Juppé. «No estoy preocupado. Es la policía la que tiene que analizar las pruebas y tomar las medidas necesarias», ha dicho Juppé. Entre otras amenazas, las cartas rezaban: «Usted cree que dispone de nuestras vidas, pero somos nosotros los que disponemos de la suya y de la de vuestros familiares y amigos».

Pero el presidente de la República francesa y sus ministros podrían no ser los únicos políticos amenazados en las últimas horas.
Según el diario regional Sud Quest, el pasado fin de semana, otro alcalde, Jacques Blanc, también fue objeto de intimidaciones. Y el pasado 9 de febrero, el primer edil de la localidad de Béziers, al sur del país, Raymond Couderc, recibió el mismo tipo de misiva, esta vez con una bala de 38 milímetros. Por su parte, el fiscal de Burdeos declaró que, por el momento, no hay ninguna pista. Actualmente, los investigadores, que analizan el sobre de tipo 'Kraft' en el que se ha enviado el correo al alcalde de esta localidad e intentar averiguar dónde ha sido sellada la carta, barajan la hipótesis de que todo sea obra de un desequilibrado.