Clinton y el ministro de Exteriores ruso, Lavrov, pulsan un botón simbólico como inicio de las nuevas relaciones. Foto: EFE

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La Unión Europea y Estados Unidos se comprometieron ayer a «elevar a un nuevo nivel» las relaciones bilaterales y a trabajar conjuntamente en los principales retos mundiales, como la crisis financiera, el cambio climático, el conflicto en Afganistán o las relaciones con Rusia.

La secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, aseguró tras reunirse con la «troika» de Exteriores europea que su Gobierno quiere promover «una Europa más fuerte» porque ello se traducirá en «un aliado más fuerte para Estados Unidos».

Antes de finalizar su primera visita a Bruselas desde que asumió su cargo, Clinton recalcó que la Unión Europea y EEUU son «dos grandes centros de poder económico, político, diplomático y militar» que tienen la «responsabilidad» de trabajar juntos.

También instó a la UE a «cooperar» más estrechamente con la OTAN, «dos grandes instituciones» que, a su juicio, deben trabajar juntas porque «no podemos permitirnos malgastar energía ni recursos, sino enfocarnos en la misma agenda».

En este contexto, solicitó la participación de los Veintisiete en el proceso de revisión estratégica de la misión en Afganistán, a través de los elementos civiles prioritarios para la Unión Europea: mejora en el Estado de derecho y reforma policial.

En cuanto a la crisis financiera, recordó que Estados Unidos y la UE poseen la mitad del Producto Interior Bruto mundial y, por tanto, precisan una «estrategia combinada» para volver a estabilizar sus mercados.

En otro orden de cosas, reiteró el apoyo de Washington a un «mercado común de la energía» en la UE y a la diversificación de las fuentes de suministro de gas, para evitar problemas como el corte de gas ruso a través de Ucrania.

«La lección está clara, nos fortalecemos uno a otro, una Europa fuerte se traduce en un fuerte aliado para EEUU, y la Administración Obama quiere ser un fuerte aliado para la UE», concluyó Clinton.