Merkel y Sarkozy, durante la rueda de prensa posterior al consejo de ministros germano-galo celebrado ayer en Berlín

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REUTERS/EFE-BERLÍN Los líderes políticos de Alemania y Francia rechazaron ayer las demandas de EEUU respecto a la necesidad de incrementar el gasto público para combatir la recesión global y subrayaron que el objetivo de la próxima reunión del G-20 en Londres debe ser el endurecimiento de la regulación. La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, reforzaron ayer en Berlín sus posiciones de cara a la reunión del G-20 en Londres y apostaron por que en la próxima cumbre de la OTAN se apruebe una revisión de su estrategia.

En una rueda de prensa celebrada al término del undécimo consejo de ministros germano-galo, Merkel y Sarkozy manifestaron su convicción de que de la cumbre del G-20 del 2 de abril tienen que salir resultados concretos con respecto a la regulación de los mercados financieros internacionales para prevenir futuras crisis financieras. «Los programas de apoyo a la coyuntura son importantes y los europeos hemos hecho nuestra aportación, con Alemania y Francia a la cabeza, pero éstos no pueden reemplazar la regulación», dijo Merkel.

Ambos rechazaron las propuestas de Washington de lanzar nuevos programas de reactivación haciendo «un mayor esfuerzo» y subrayaron que esperan que en Londres siga siendo válido lo acordado. «No queremos gastar aún más dinero», indicó Sarkozy, quien recalcó que la prioridad de la Unión Europea es fijar reglas internacionales para supervisar los mercados financieros, lograr que el sistema bancario vuelva a funcionar y que lo haga de forma transparente.

Posición clara
Sarkozy señaló que Alemania y Francia irán a Londres con una posición clara y conjunta a este respecto y pronosticó que la cumbre terminará siendo un acontecimiento histórico. «Estamos plenamente convencidos de que nuestras propuestas acabarán formando parte del documento final», afirmó Merkel.

Tanto Merkel como Sarkozy abogaron, además, por lograr que de la citada cumbre salga una lista en la que se incluyan los países que no cooperan en el intercambio fiscal.