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EFE-JERUSALEM Cientos de personas se manifestaron ayer frente a la residencia del primer ministro israelí, Ehud Olmert, en Jerusalén para exigir la liberación del soldado Guilad Shalit, capturado por tres milicias palestinas en junio de 2006.

Los manifestantes bloquearon la vía de acceso a la residencia del jefe de Gobierno, frente a la que los padres de Shalit se instalaron esta semana en una tienda de campaña para presionar o Olmert a cerrar un pacto con Hamás para la liberación de su hijo antes de la formación de un nuevo Ejecutivo.

Cientos de personas acudieron a la tienda para expresar su apoyo a la familia Shalit y gritaron consignas como «Olmert, hiciste una promesa: cúmplela» y «Le queremos en casa, le queremos ahora», informa la versión digital del diario Yediot Aharonot.

Las negociaciones con el movimiento islamista Hamás que lleva a cabo Israel con la mediación de Egipto han sido impulsadas en las últimas semanas, en las que el enviado especial de Olmert, Ofer Dekel, ha viajado constantemente a El Cairo.

Dekel regresó ayer a Jerusalén procedente de la capital egipcia, informaron los medios israelíes, los cuales aseguraron que se espera que vuelva muy pronto a El Cairo tras consultar con sus superiores.

Canje de presos
El diario israelí Haaretz aseguró ayer, citando fuentes palestinas en El Cairo próximas a la negociación, que Israel ha aceptado poner en libertad a los 450 presos con delitos de sangre que exige Hamás a cambio de la liberación de Shalit.

Según esta fuente, la discusión se centra ahora en que Israel exige que varios de esos presos sean deportados y que otros sean devueltos a Gaza y no a Cisjordania.

Hamás no estaría hasta ahora de acuerdo con el exilio de todos los presos que exige Israel, sino sólo de unos pocos y condicionado a que éstos den su autorización, y también se opone al envío de presos a Gaza en vez de a Cisjordania.