La foto de familia mostró la satisfacción por el acuerdo alcanzado y la fascinación que ejerce Obama. Foto: OLIVIER HOSLET/EFE

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M.VIDAL/ F. PUCHOL-LONDRES

Los líderes del G-20 acordaron ayer aportar un billón de dólares más (743.000 millones de euros, destinados a los organismos multilaterales, con el objetivo de superar la peor crisis económica desde la II Guerra Mundial. El Fondo Monetario Internacional (FMI) triplicará sus recursos y recibirá 500.000 millones de dólares adicionales a los 250.000 millones ya comprometidos para ese organismo, y habrá otros fondos para el Banco Mundial (BM) y el Foro de Estabilidad Financiera.

El Foro pasará a denominarse Consejo de Estabilidad Financiera, y colaborará con el FMI para garantizar la cooperación transfronteriza y establecer un mecanismo de alerta temprana ante eventuales episodios de inestabilidad financiera. El G-20 acordó también destinar 250.000 millones de dólares para intentar relanzar el comercio mundial y las exportaciones, en lugar de los 100.000 millones que se habían planteado en un principio.

Aunque no hubo nuevos planes fiscales, el primer ministro británico, Gordon Brown, subrayó que se ha hecho un «esfuerzo fiscal sin precedentes» por parte de los países del G-20, que volcarán en la economía mundial 5 billones de dólares hasta 2010, elevarán la producción un 4 por ciento y facilitarán la transición hacia una economía ecológica. «Estamos llevando a cabo una expansión fiscal sin precedentes y concertada que salvará o creará millones de empleos que de otra manera se hubieran destruido», destaca el comunicado aprobado por los líderes del G-20.

En el recinto ferial Excel, en el este Londres, se acordó también reforzar los sistemas de regulación y supervisión del sistema financiero global, incluidos los «hedge funds» (fondos de gestión alternativa), un mejor control de las agencias de calificación de riesgo y el establecimiento de un sistema internacional contable más claro. Además, según Brown, el secreto bancario ha pasado a ser «una cosa del pasado».

Por otra parte, es necesario, agregó, «limpiar los bancos» para restablecer las líneas crediticias a empresas y ciudadanos, y anunció que habrá nuevas reglas sobre los bonos de los directivos bancarios.

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, dijo que las medidas adoptadas suponen «la reforma más profunda del sistema financiero desde 1945», y añadió que se ha ido «más allá de lo que jamás podríamos haber imaginado».

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, afirmó hoy que la cumbre ha sido un «hito» en la lucha contra la crisis económica y «por el alcance de los desafíos y la magnitud de nuestra respuesta». «El mundo ha respondido con un nivel sin precedentes de medidas exhaustivas y coordinadas», declaró Obama, que en una rueda de prensa al término de la reunión matizó, sin embargo, que «no hay garantías» sobre el efecto que tendrán las medidas contra la crisis.

La jefa del Gobierno alemán, Angela Merkel, afirmó que el resultado de la cumbre constituye «una victoria para la cooperación global» y para el «sentido común».