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EFE-BASILEA El presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, señaló ayer que «la economía mundial está en un punto de inflexión» y la recesión se está desacelerando, aunque apuntó que los gobernadores de los bancos centrales del mundo no deben bajar la guardia. «En lo referente al crecimiento, estamos cerca del punto de inflexión en el ciclo» y ha habido una «importante mejoría en los mercados desde mediados de septiembre (de 2008)», comentó Trichet.

El gobernador del BCE apuntó, en este sentido, en declaraciones a los periodistas en Basilea, que la recesión económica mundial se está desacelerando, aunque insistió en que hay que «seguir muy alerta». Trichet hizo estas afirmaciones en calidad de presidente de la Reunión Económica Mundial del Banco de Pagos Internacionales, durante la reunión de este organismo celebrada en Basilea.

«La economía global se aproxima a un punto de inflexión e incluso algunos ya lo han cruzado», dijo Trichet, quien reiteró la necesidad de que los bancos centrales no pierdan de vista la necesidad de alcanzar la estabilidad de precios a medio y largo plazo, por lo que consideró necesario que las instituciones emisoras cuenten con «estrategias de escape» que sean puestas en práctica cuando se inicie la recuperación.

Trichet afirmó que los bancos centrales internacionales deberían mantener los tipos de interés cercanos al cero por ciento por tanto tiempo como sea necesario, aunque al mismo tiempo deberían evitar que se materialicen los riesgos inflacionistas a medio plazo.