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OTR/EFE-MADRID La organización humanitaria Amnistía Internacional (AI) denunció ayer que la actual crisis económica mundial ha contribuido a agravar los abusos contra los Derechos Humanos y ha incrementado los problemas sociales de la población, de manera que «si los Derechos Humanos se pisotearon antes en nombre de la seguridad, ahora se relegan al último puesto en nombre de la recuperación económica». Asimismo, destacó que algunas de las peores violaciones de los Derechos Humanos se registraron en 2008 sobre todo en países del G-20. En Europa destaca la represión a la inmigración ilegal.

«La atención mundial está centrada en la crisis económica», por debajo de ella «hay una crisis gravísima de Derechos Humanos que no es nueva y se deriva de épocas de inacciones y de falta de compromiso por parte de los Gobiernos, pero que se ha agravado con la actual crisis económica», declaró ayer en Madrid la directora de la sección española de AI, Eva Suárez-Llanos, con motivo de la presentación del Informe de 2009 sobre el estado de los Derechos Humanos en el Mundo.

Hambre
En un mundo en el que «960 millones de personas se van a la cama con hambre, días tras día» y en el que «1.300 millones de personas no tienen acceso a atención médica y 2.500 millones no tienen servicios sanitarios adecuados», la crisis económica ha creado «nuevas y mayores violaciones de Derechos Humanos, en especial un aumento de la represión de las protestas contra esta recesión económica», prosiguió Suárez-Llanos.

Según la directora, la crisis no sólo consiste en escasez de comida, empleo, agua o vivienda, sino también en «privación, discriminación y aumento de la desigualdad, la xenofobia y el racismo, la violencia y la represión en todo el mundo».