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AGENCIAS-ESTORIL/WASHINGTON

Estados Unidos afirmó ayer que las polémicas elecciones en Honduras han sido un «paso importante pero insuficiente», en sus esfuerzos por restaurar la democracia en ese país, después del golpe militar de hace cinco meses.Sin responder directamente a si los EEUU reconocen oficialmente a Porfirio Lobo como el próximo presidente, el secretario de Estado adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental, Arturo Valenzuela, declaró que Washington «reconoce los resultados» y que Lobo será el próximo presidente de Honduras.

Gran parte de la comunidad internacional ha dado la espalda a los comicios por considerar que se desarrollaron en un marco de ruptura del orden constitucional y sin la presencia del legítimo presidente en el poder. La XIX Cumbre Iberoamericana que se celebra en Estoril intenta conciliar las divergentes posturas que hay en la región sobre la legalidad de las elecciones hondureñas.

Los comicios han dividido a los países iberoamericanos, entre aquellos que reconocen el proceso y los resultados y los que han anunciado que no lo harán, debido a que se celebraron sin que antes se restituyera en el cargo al jefe de Estado, Manuel Zelaya, refugiado en la embajada de Brasil en Tegucigalpa desde septiembre. Sin embargo, el ministro de Asuntos Exteriores luso, Luis Amado, ha reconocido que existen «dificultades» para alcanzar coincidencias, pues la situación política de Honduras divide a los gobiernos.

Aunque Colombia y Panamá han reconocido ya las elecciones hondureñas, países como Argentina, Bolivia, Brasil, Cuba, Ecuador, Nicaragua, Uruguay y Venezuela están en contra de legitimar los comicios.

El Gobierno español se resistió a reconocer las elecciones presidenciales de Honduras, pero advirtió de que tampoco se puede ignorar su resultado y, en consecuencia, consideró que el vencedor de los comicios, Porfirio Lobo, se ha convertido en un actor más para resolver el conflicto.

Zapatero aprovechó su intervención ante el plenario de la cumbre para reclamar «un gran consenso» que permita a Honduras saber que la comunidad iberoamericana está dispuesta a tener una «posición constructiva» fundamentada en principios democráticos irrenunciables, elecciones limpias y un gran acuerdo nacional.

Moratinos fue más explícito y aseguró que España no reconoce las elecciones, pero tampoco las ignora, ya que considera que Porfirio Lobo «tendrá algo que decir» en el proceso que se abre y será «un nuevo actor» en el diálogo con Manuel Zelaya.