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AGENCIAS-NUEVA YORK/KABUL

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, puso fin a última hora del martes (madrugada de ayer en España) a meses de especulaciones sobre la estrategia que seguirá su administración en la guerra en Afganistán y reveló el envío de 30.000 soldados a la zona, al tiempo que apeló a la unidad nacional e internacional para concluir con éxito esta intervención militar que comenzará a ver su fin en 18 meses, cuando arranque el repliegue norteamericano.

Durante un discurso televisado desde la Academia West Point de Nueva York, Obama se remontó a los orígenes de la invasión y recordó los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos, subrayando la importancia de que no se repitan hechos similares. Así, y hablando de una guerra que cada vez cuenta con menos apoyo popular, Obama admitió el empeoramiento de la situación de seguridad en Afganistán, pero subrayó que no todo está perdido.

«Si no pensase en la seguridad de Estados Unidos y del pueblo norteamericano está en juego en Afganistán, ordenaría a cada uno de nuestros soldados que regresasen a casa mañana», aseveró.

Su intención es revertir los avances de la insurgencia talibán y eliminar los feudos en la frontera entre Afganistán y Pakistán, cuyo Gobierno combate a los mismos enemigos que Estados Unidos, según destacó el propio Obama.

Algunos de los principales asesores del presidente de EEUU trataron ayer de lograr el apoyo político y financiero del Congreso al envío de las tropas, al alegar que no se puede ceder terreno a los talibanes.

El secretario de Defensa, Robert Gates, explicó que el refuerzo durará entre 18 y 24 meses y añadió que el objetivo de empezar a transferir las responsabilidades de la seguridad a las fuerzas afganas para mediados de 2011 es «crítico», y, bajo su punto de vista, «alcanzable».

Por otra parte, adelantó que el Gobierno estadounidense revisará en diciembre de 2010 si el inicio de la retirada, que Obama fijó para julio de 2011, es factible.

Por otra parte, los talibanes afganos dijeron ayer, por medio de un comunicado enviado a los medios por correo electrónico que el plan de EEUU de enviar decenas de miles de soldados adicionales al país no funcionará y sólo fortalecerá su determinación.