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El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, ha anunciado hoy a los medios un «acuerdo» sobre la situación en Grecia, sin dar detalles.

«Vamos ahora a la Biblioteca Solvay y vamos a presentar el acuerdo que hemos alcanzado», ha dicho a los medios, en compañía del presidente francés, Nicolas Sarkozy, la canciller alemana, Angela Merkel, y el primer ministro griego, George Papandreu.

El presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, y el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, también figuraban en el grupo en el momento del anuncio.

«Enseguida va a haber una declaración», ha añadido Van Rompuy.

El anuncio se produce después de una serie de encuentros y reuniones bilaterales que han mantenido, en la sede del Consejo Europeo, los principales protagonistas en la búsqueda de una solución al grave problema presupuestario de Grecia.

Van Rompuy se dispone a trasladar ahora el contenido del acuerdo al resto de los líderes europeos, que han estado esperando el resultado de las conversaciones en la cercana Biblioteca Solvay.

Reunión

Desde primera hora de la mañana, han estado reunidos, en la sede habitual del Consejo, el presidente permanente, el belga Herman Van Rompuy; el presidente de turno de la Unión y jefe del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero; el presidente del Eurogrupo, Jean Claude Juncker; el del Banco Central Europeo, Jean Claude Trichet; y el de la Comisión, José Manuel Durao Barroso.

Poco después también llegaron al Justus Lipsius el primer ministro griego, Merkel y Sarkozy.

La reunión informal de los Veintisiete, que comenzará con casi tres horas retraso sobre el horario inicialmente previsto, no tendrá lugar en el Justus Lipsius, escenario de las entrevistas de esta mañana, sino en la Biblioteca Solvay, a varios centenares de metros.

El objetivo oficial de este Consejo Europeo informal, convocado por Van Rompuy, es examinar la situación económica que atraviesa la Unión Europea (UE) y diseñar la estrategia económica de futuro.

Pero los mercados esperan, con expectación, un mensaje claro de los líderes europeos sobre la delicada situación presupuestaria en Grecia, cuyas dificultades de financiación han debilitado a la moneda única y están desestabilizando a toda la Eurozona.

El compromiso anunciado por Van Rompuy deberá recibir ahora el respaldo de todos los demás socios, especialmente del resto de los miembros de la zona del euro.

Desde Alemania y Francia se han enviado señales en las últimas horas de que los socios europeos no van a dejar que la situación empeore y estudian vías de ayuda, pero ninguna fuente se atreve a asegurar que el Consejo anuncie un auténtico plan de rescate.

En la cumbre de hoy participan los veintisiete miembros de la Unión Europea, pero sólo dieciséis comparten la moneda única.

Gobiernos como el británico o el sueco son partidarios de confiar al Fondo Monetario Internacional (FMI) la asistencia financiera a Grecia, mientras que los miembros de la Eurozona tratan de preservar el prestigio y la independencia del euro.