El presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, confirmó que mantendrá su política. | KAI PFAFFENBACH

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El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, confirmó ayer que no va a relajar más su política monetaria, por lo que no va a seguir los pasos de la Reserva Federal estadounidense (Fed) que provocarán un aumento de la inflación.

En la rueda de prensa tras la reunión del consejo de gobierno, Trichet dijo que la entidad va a mantener su estrategia de retirada gradual de las medidas excepcionales aplicadas en la crisis, ya que se normaliza la situación en los mercados de dinero y la economía se recupera.

Bonos
La Fed anunció un controvertido plan de estímulo monetario mediante la compra de bonos por valor de 600.000 millones de dólares para abaratar los préstamos e impulsar la lánguida recuperación del país. «Las medidas no convencionales son por definición de naturaleza temporal», dijo Trichet.

Por ello, el consejo de gobierno observará todos los acontecimientos e informará en diciembre sobre el futuro del suministro de liquidez y la forma de adjudicación, lo que se conoce como medidas no convencionales, anunció Trichet. El BCE mantiene también el controvertido programa de compra de deuda pública que inició a comienzos del pasado mayo para apoyar el buen funcionamiento del mercado de bonos públicos, que sufre actualmente tensiones por la crisis de endeudamiento europea.

La decisión del BCE de no secundar a la Reserva Federal ha reforzado la tendencia al bajista del 'billete verde' frente a la moneda europea, que ha superado ampliamente la cota de 1,42 dólares y regresa así a sus niveles de principios de 2010. En concreto, el euro ha llegado a marcar un máximo intradiario de 1,4281 dólares, tras haber iniciado la sesión en 1,4137 dólares, lo que suponía el mejor cambio del euro desde el pasado 20 de enero.