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Seis vehículos del Frente Polisario «fuertemente armados» están persiguiendo en estos momentos en el interior de Mauritania al todoterreno que transporta a los cooperantes secuestrados este domingo en el campo de refugiados de Rabuni (Argelia) y esperan capturar a los asaltantes, que parecen dirigirse a la cercana frontera con Malí, según informaron fuentes de la oposición al Polisario a Europa Press, quienes no pudieron estimar la identidad de los asaltantes o si pertenecían a algún grupo armado.

La persecución está teniendo lugar a unos 150 kilómetros pasada la frontera entre Mauritania y Argelia, según informó el coordinador del grupo opositor Polisario Jat Chahid, Mahjoub Salek, quien precisó además que durante el secuestro resultó gravemente herido un conductor saharaui contratado por los cooperantes para desarrollar sus tareas de voluntariado.

Los vehículos del Polisario, según Salek, se encuentran a una distancia prudencial del coche de los secuestradores para mantenerse fuera del alcance de sus disparos. El objetivo de las fuerzas del Polisario, explicó Salek, es atrapar al vehículo de los secuestradores cuando atraviese el mar de dunas que se encuentra antes de la frontera con Malí, y que con toda probabilidad ralentizará la marcha del coche.

Otra opción consiste en esperar a que se les agote la gasolina antes de atravesar la frontera, según añadió el coordinador opositor, pero lo importante «es conseguir darles caza antes de que caiga la noche».

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Dos horas antes, el Frente Polisario había hallado en la localidad argelina de Oum Greid, a 15 kilómetros de la frontera con Mauritania, los dos Toyota 4x4 que emplearon los secuestradores para asaltar el campamento de Rabuni. Junto a los vehículos se encontraba una camioneta del Polisario, la primera que salió en persecución de los asaltantes.

La camioneta estaba incendiada tras haber recibido varios disparos de los secuestradores, quienes cogieron otro vehículo para atravesar la frontera con Mauritania.

Nuevos datos sobre el asalto

Los asaltantes irrumpieron en el campo de refugiados a bordo de los dos Toyota y entraron directamente en la sala de recepción del edificio para dirigirse a la habitación donde se encontraban los cooperantes, quienes fueron reducidos a golpes y sacados del lugar ante la mirada del conductor que habían contratado para que les trasladara durante su labor de voluntariado.

Cuando el conductor se aproximó al grupo, recibió un disparo en el cuello que le dejó herido de gravedad. Ahora está siendo atendido en el hospital de Tinduf, y su estado es crítico, según Salek.